Si tienes un trabajo o
negocio y las cosas no parecen marchar bien puedes poner en practica este
ritual:
Visita un día miércoles a un competidor cuyo negocio sea próspero.
En lo posible cómprale algo de mercadería aunque sea de
poco valor. Si esto no es posible, pídale una tarjeta en donde figure el nombre
y la dirección del local.
Regrese a su negocio y cubra el objeto con alcohol, déjelo una hora sumergido y luego derrame varias gotas del líquido en la entrada del local.
Comience a recorrer el lugar en el sentido de las agujas
del reloj mientras repite:
"Baño de prosperidad, yo atraigo
clientes".
Cabe aclarar que el ritual es de magia blanca, es decir que no implica que mandes a la quiebra a tu competencia.
Es sólo
mejorar la suerte del tuyo sin afectar al otro.
Puedes reforzarlo poniendo en otro frasco alcohol, pétalos de rosa amarilla, anís, ruda y agua florida.
Lo dejas macerar
por un día y luego te lo echas en las manos y en los rincones de tu negocio o
local.
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