ARIES:
Puro fuego, los arianos actúan sólo
por impulso. Es difícil ayudarlos, porque siempre piensan que lo saben todo.
Nunca toleran no ser los primeros en cualquier cosa que emprendan. Tienen
dificultades para mantener una relación o un matrimonio en pie. Por lo general
son no muy buenos administradores. Clave: confiar en los demás y compartir
decisiones: esos deben ser los objetivos para los nativos de este signo.
TAURO:
El nativo de Tauro se vuelve
demasiado reflexivo y lento. Difícilmente se lo pueda contrariar pues suelen
ser tercos, hoscos e inflexibles. Con respecto a los sentimientos suelen exigir
mucho de su pareja y especulan con crearle dependencia emocional. Para
conservar su seguridad son capaces de resguardar una relación que no le es
satisfactoria. Clave: Ser más flexibles con los seres queridos y no dejarse
estar cada vez que están obligados a actuar. Traten de actuar siempre con
madurez y cabeza fría si en verdad desean controlar las situaciones.
GEMINIS:
Algunas veces estos nativos son
dispersos, nerviosos, inestables y les cuesta comprometerse en situaciones
decisivas. Cambian muchas veces de opinión, de ahí que se los tilde de falsos y
de tener doble personalidad. Les cuesta elegir y por eso pueden llegar a
mantener una doble vida. Algunos deciden tener todo doble: dos parejas, dos
autos, etc. Clave: Géminis tiene que aprender a tomar decisiones claras. Eso
evitará que malgaste su energía.
CANCER:
Suelen ser temerosos y cambiantes. Se
apegan al pasado con exageración. Los miedos constituyen su talón de Aquiles.
Son rencorosos, tienen tendencia a autocompadecerse y se dejan dominar por un
gran complejo de inferioridad. Acumulan dinero como reserva, porque jamás se
sienten seguros y siempre previenen un imaginario desastre futuro. Clave: Los
nativos de Cáncer tienen que despegarse un poco de sus emociones y adoptar un
punto de vista más objetivo. Además su nostalgia por el pasado los perjudica,
deben mirar hacia adelante.
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