Cuando usted
note que su pareja está excesivamente nerviosa y que nada puede cambiar su
humor por más que lo intente y lo intente, coloque cerca suyo un objeto de
color violeta y procure vestir ropa de esa misma tonalidad pues tendrá un
efecto relajante y tranquilizante sobre la otra persona.
Evite contestarle e imagine mentalmente que un rayo violeta sale de su propia frente y cubre a su pareja tanto por fuera como por dentro.
Persista con ese pensamiento pero, recuerde bien, necesita estar cien
por ciento concentrado en lo que hace si desea que los resultados sean
positivos.
Si el nerviosismo continúa varios días, coloque en medio vaso con agua
tres cucharadas de miel y sumerja una foto del ser amado, la cual deberá
permanecer en el fondo del recipiente y cubierta por el líquido.
Cuando su compañero ingrese y se dispongan a comer, coloque al lado de su plato un pequeño florero con violetas.
Como si fuera de casualidad vuelque sobre su pareja aunque sea una gota
de miel.
Esparza sobre la silla en la que suele sentarse un pequeño puñado de azúcar impalpable.
Esparza sobre la silla en la que suele sentarse un pequeño puñado de azúcar impalpable.
Si sigue estas indicaciones paso a paso, y aunque su pareja esté atravesando por un momento difícil, usted no será el blanco de sus agresiones.
Por el contrario, la escuchará con mayor atención y poco a poco las
cosas volverán a la normalidad.
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