Sepa según su
signo con qué nativos del zodíaco hallará menos dificultades para comunicarse.
Así, descubrirá la felicidad de amar y de ser correspondido.
LEO:
Es puro fuego y
pasión. Adora ejecutar proezas íntimas espectaculares. Suele desplazar su
libido haca el trabajo, porque cuando ama de verdad es fiel. En el matrimonio
es más camarada que amigo. Cuando encuentra la pareja ideal, entrega su corazón
sin medida. Sus mejores opciones: Aries que aporta iniciativas ardientes;
Géminis que nunca le permite aburrirse; Libra que lo encantará con su
personalidad y Sagitario que reconocerá su desempeño en la intimidad.
VIRGO:
Les gusta
aprender juegos nuevos, pero luego se reprochan no haberlos aprendido antes.
Cuando vencen sus inhibiciones se muestran muy sensuales y afectuosos llegando
a niveles de fantasía muy buenos. Sus mejores opciones: Tauro una vez que sepa
que despierta su interés; Cáncer que no se fastidiará por hacer el amor en
cualquier lugar; Libra que a veces no tiene la sangre demasiado ardiente;
Escorpio que no le será infiel Y Capricornio que aceptará compartir sus éxitos.
LIBRA:
El clima
emocional a su alrededor es extremadamente seductor lo que despierta al máximo
la pasión del nativo del signo. La personalidad que tiene atrae corazones como
moscas a la miel. Para los nativos de este signo el sexo jamás será una
obligación. Sus mejores opciones: Géminis que no sabe que es rutina; Leo que
pone drama o show en la intimidad; Libra que no se hace problemas ante la
infidelidad; Sagitario que pone su pasión y sus ideales y Acuario cuya
curiosidad no tiene fronteras.
ESCORPIO:
Pobre de quien
tome a un Escorpio como aventura porque literalmente podría ir por lana y salir
trasquilado como se decía anteriormente. Necesita una pareja que invente cada
noche una historia distinta para acaparar su interés y que esté dispuesta a
todo. Sus parejas más compatibles: Tauro que comparte su pasión erótica; Cáncer
siempre considerado; Virgo que adora charlar; Escorpio porque entre ambos
sobrará a pasión; Capricornio una vez superado su temor inicial.
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