Desde el punto de vista esotérico el armado de un árbol navideño va más
allá de la simple ornamentación, pues es todo un símbolo de unión y armonía
familiar.
Para realizar correctamente cualquier ritual se debe utilizar el mismo
árbol sólo durante 7 años, luego de los cuales hay que obsequiarlo y comprarse
uno nuevo, de preferencia más alto.
El 8 de Diciembre, día de la Inmaculada Concepción, deberá armarse
el árbol entre toda la familia.
Aunque tenga muchos adornos guardados, hay que comprar un adorno más
cada año por cada uno de sus integrantes.
Y cada familiar, en persona, deberá colocar por lo menos un adorno nuevo
en él, para asegurar un nuevo año de prosperidad.
No deberá olvidar poner al pie del árbol cajas vacías que simbolicen
regalos, pues asegurará la prosperidad.
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