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OLVIDA UNA PENA DE AMOR CON ESTA RECETA
Hay cientos de historias de amores no correspondidos y siempre uno de los miembros de la pareja resulta lastimado. Hay rituales especialmente preparados para borrar las amarguras y devolver las ganas de vivir y de amar.Consiga dos trozos de cadena y anúdelos encima de una mesa o altar casero,sobre el nombre de ambos miembros de la pareja. Encienda a ambos lados una vela de color violeta y enfrente suyo,coloque un cuenco de metal con tres carbones litúrgicos encendidos.
Comience el ritual enfrentándose a la mesa y desanudando la cadena. Luego de desanudarla haga sonar la maraca. Vuelva a anudarla y desanudarla 7 veces, siempre haciendo sonar la maraca cuando la desanuda (no se confunda, jamás debe hacerla sonar cuando está anudada).
Entierre los trozos de cadena en macetas separadas, queme juntos los papeles con los nombres y conserve la maraca entre sus objetos personales.
Después de finalizados todos los pasos del ritual, debe salir a caminar no menos de siete cuadras hacia el norte. Cuando regrese, gire los talones y vuelva sobre sus pasos, como si recorriera el camino de vuelta por la misma senda que vino.
Hay cientos de historias de amores no correspondidos y siempre uno de los miembros de la pareja resulta lastimado. Hay rituales especialmente preparados para borrar las amarguras y devolver las ganas de vivir y de amar.Consiga dos trozos de cadena y anúdelos encima de una mesa o altar casero,sobre el nombre de ambos miembros de la pareja. Encienda a ambos lados una vela de color violeta y enfrente suyo,coloque un cuenco de metal con tres carbones litúrgicos encendidos.
Consiga una maraca, pandereta u otro instrumento musical con sonido similar (si es necesario ármelo usted mismo con chapitas agujereadas de gaseosas o cascabeles).
Entierre los trozos de cadena en macetas separadas, queme juntos los papeles con los nombres y conserve la maraca entre sus objetos personales.
Después de finalizados todos los pasos del ritual, debe salir a caminar no menos de siete cuadras hacia el norte. Cuando regrese, gire los talones y vuelva sobre sus pasos, como si recorriera el camino de vuelta por la misma senda que vino.
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