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Siempre
hay elementos en la naturaleza que nos son de gran utilidad para salir adelante
en situaciones complicadas.
En
el caso del amor hay maneras concretas de utilizar la naturaleza a nuestro favor.
Por
ejemplo, para que la llama de la pasión se vuelva a encender con la pareja deberá poner una manzana, la más hermosa que
consiga, dentro de un frasco con sidra.
Continúe
agregando más líquido a medida que éste se evapore, mientras repite mentalmente:
“Para
que nuestra unión sea cada vez más dulce, apasionada y romántica. Por la
atracción eterna y la fidelidad”.
En
otro caso las flores del romero, puestas en contacto con la piel del centro del
pecho, producen alegría y curan las penas de amor.
Quemando
romero la última semana del mes, se refuerza el amor de pareja en la casa.
Para
volver a enamorarse después de un desengaño será preciso colocar una ramita de
romero en la mesita de noche.
Finalmente
llevar una ramita de romero en el ramo de novia garantiza el amor y la
felicidad en el matrimonio.
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